Los ganadores del Nobel de Química Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi. Niklas Elmehed / Nobel Prize Outreach
La Real Academia de Ciencias de Suecia ha concedido este miércoles el Premio Nobel de Química al japonés Susumu Kitagawa, al británico Richard Robson y al jordanoestadounidense Omar Yaghi por desarrollar una nueva arquitectura molecular: las estructuras metalorgánicas. Este avance permite crear materiales que extraen agua del aire en el desierto, atrapan dióxido de carbono, almacenan gases tóxicos o catalizan reacciones químicas, ha destacado el jurado.
Los tres premiados “han encontrado maneras de crear materiales completamente nuevos que tienen grandes cavidades en su interior, y que pueden verse casi como habitaciones en un hotel donde las moléculas invitadas entran y salen del material”, ha destacado Heiner Linke, presidente del comité Nobel de Química, en una conferencia de prensa.
Al igual que los andamios de un edificio, los componentes de estas redes metalorgánicas (que responden a las siglas inglesas MOF) pueden modificarse para crear materiales con nuevas propiedades, ha destacado el jurado. Las piedras angulares son iones metálicos, que están unidos por moléculas orgánicas largas hechas de carbono.
Yaghi es hijo de refugiados palestinos emigrados a Jordania que apenas sabían leer y escribir. El químico, que realizó su carrera tras emigrar a Estados Unidos, ha celebrado el galardón como un ejemplo de la “fuerza igualadora de la ciencia” en una entrevista con la organización del Nobel. “Crecí en un hogar muy humilde. Éramos doce viviendo en una pequeña habitación junto al ganado. Esto es completamente inesperado y es la belleza de la química. Si aprendes a controlar la materia a nivel atómico y molecular, el potencial es enorme. Nosotros encontramos una mina de oro, y el campo sigue creciendo de forma que otros científicos pueden convertirse en estrellas con nuevas contribuciones. Ha sido un viaje muy largo, y ha sido la ciencia la que lo ha hecho posible”, ha añadido.
Kitagawa, de 74 años y profesor de la Universidad de Kioto, ha dicho durante la rueda de prensa que aún hoy sigue “sorprendido” con las múltiples propiedades de estas estructuras, en las que sigue trabajando “por diversión”. “Mi sueño”, ha dicho, es “separar el aire o el agua en sus distintos componentes y convertirlos en materiales de interés usando solo energías renovables”.
En 1989, el químico Richard Robson —de 88 años y profesor emérito de la Universidad de Melbourne (Australia)— desarrolló una estructura a base de iones de cobre y moléculas orgánicas que, combinadas, formaban un cristal con cavidades. Pero este andamiaje microscópico era frágil y se rompía fácilmente, detalla la Academia.
Entre 1992 y 2003, Kitagawa y Yaghi le dieron solidez a estas estructuras con investigaciones que hicieron por separado. El japonés (74 años), actualmente profesor de la Universidad de Kioto, demostró que los gases pueden entrar y salir de estos materiales, y predijo que se podían construir estructuras flexibles con nuevas propiedades. Yaghi, nacido en Jordania hace 60 años y formado en Estados Unidos, donde es profesor de química en la Universidad de California en Berkeley, creó estructuras metalorgánicas de gran estabilidad, y
demostró que se pueden diseñar racionalmente para darles las propiedades deseadas. En 2018, el químico ganó el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en ciencias básicas por diseñar estos nuevos materiales capaces de absorber los principales gases contaminantes del planeta, como el metano o el dióxido de carbono.
Cada premio Nobel está dotado con una cantidad total de 11 millones de coronas suecas, aproximadamente un millón de euros, que los ganadores se reparten en partes determinadas por el jurado.