El pasado sábado 5 de julio, en Birmingham, Inglaterra, los padres del Heavy metal, Black Sabbath celebraron el evento que marcó el antes, el presente y el futuro del sub género, fue un día de celebración para todos, los miembros originales de la agrupación (arriba en la foto publicada el sábado 5 de julio) , quienes no tocaban juntos, hace ya 20 años, reuniendo a la formación original de Sabbath, compuesta por el bajista Geezer Butler (, el guitarrista Tony Iommi, el batería Bill Ward y el líder Osbourne, por primera vez en 20 años.

Fueron varios los meses de espera, 4 para ser exactos, desde que se confirmó la realización de este evento que con el paso de los días está marcando el hito histórico más relevante en el mundo del Rock en los últimos tiempos.  La banda, formada en Birmingham, Inglaterra, en 1968, es considerada pionera del heavy metal y una de las agrupaciones más importantes e influyentes de la historia del rock. Su álbum debut homónimo, Black Sabbath, lanzado en 1970, es ampliamente reconocido como uno de los trabajos fundacionales del género, estableciendo las bases del sonido pesado y las letras oscuras que definirían al heavy metal.

Ozzy Osbourne y Tony Iommi quieren reunirse con Bill Ward para un último concierto de Black Sabbath (Chris Walter/WireImage)
Ozzy Osbourne y Tony Iommi quieren reunirse con Bill Ward para un último concierto de Black Sabbath (Chris Walter/WireImage)

Decena de miles de fans del Black Sabbath y de los invitados especiales, entre ellos el actor Jack Black, conocido por su faceta en Tenacious D junto a Kyle Gass, sorprendió con un videoclip pregrabado donde interpretó “Mr. Crowley” acompañado de Roman Morello y Revel Ian, hijos de músicos de Tom Morello y Scott Ian respectivamente. Su interpretación se mantuvo cercana al estilo original tanto en voz como en entrega. La única mujer invitada al cartel fue la vocalista de Halestorm, quien alternó canciones propias con versiones de Ozzy Osbourne como “Perry Mason” y” Ultimate Sin”, apoyada por músicos como Nuno Bettencourt (Extreme), Jake E. Lee y Mike Bordin (miembros originales de la banda de Osbourne).

Las colaboraciones entre artistas marcaron varios puntos altos, con la participación de Ron Wood (The Rolling Stones), Steven Tyler (Aerosmith), Billy Corgan (The Smashing Pumpkins), Papa Emeritus V (Ghost), Travis Barker, Sammy Hagar y Vernon Reid (Living Colour), entre otros, interpretaron ocho temas, entre ellos homenajes a Sabbath y Osbourne, además de clásicos como Breaking the Law de Judas Priest y Walk This Way de Aerosmith, junto con Whole Lotta Love de Led Zeppelin.

Yungblud aportó una versión de Changes marcada por un tono emotivo, contribuyendo a una sección variada en estilos. Fred Durst de Limp Bizkit también presentó una interpretación pregrabada de ese tema, acompañado de violoncelista.

Uno de los instantes más llamativos se vivió durante la colaboración de Danny Carey (Tool), Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) y Travis Barker (Blink-182), quienes compartieron escenario para una versión de “Symptom of the Universe”.

Tool tuvo un bloque propio donde mezcló canciones originales como Forty Six & 2 y Aenema con una versión de “Hand of Doom”, acentuando la influencia del grupo homenajeado sobre las generaciones posteriores.

Las dos últimas bandas antes del cierre, Guns N’ Roses y Metallica, eligieron sorpresivamente un repertorio ecléctico con varios covers y canciones propias. Axl Rose y sus compañeros interpretaron temas como “Welcome to the Jungle” y “Paradise City”, además de cuatro piezas de Black Sabbath.

Metallica se decantó por éxitos propios como “For Whom the Bell Tolls” y “Master of Puppets”, intercalando versiones del catálogo de Sabbath.

Han pasado más de seis décadas después de convertirse en pioneros del heavy metal con una canción homónima que cautivó y asustó al público, Black Sabbath (adoptando el título de la película de Serie B, del director italiano Mauro Bava) regresaron a su Aston natal para “Back to the Beginning” en el estadio Villa Park, sede del su equipo de futbol el Aston Villa, quienes desde el inicio de proyecto, alzaron la mano y dijeron Si, que sea en nuestro estadio. “El objetivo era muy sencillo: crear el día más grande de la historia del heavy metal como homenaje a la banda que lo empezó todo”, fueron las declaraciones a la revista Metal Hammer Tom Morello, miembro de Rage Against the Machine y director musical del evento.

Ozzy Osbourne interpretó sus clásicos junto a la formación original de Black Sabbath en un evento histórico que se transmitió globalmente vía streaming (ANDY BUCHANAN / AFP)

Cada artista o banda interpretó al menos una de su clásica obra de arte, con el sonido característico de Black Sabbath o de Ozzy Osbourne, en versiones llenas de creatividad, por ejemplo, el músico Tom Morello, formó dos supergrupos para el evento, integrando a músicos de distintas épocas y estilos. Entre los momentos destacados, el actor Jason Momoa calificó el concierto como “el día más épico en la historia del heavy metal”. Momoa, visiblemente entusiasmado, grabó a sus bandas favoritas y se unió al público durante la presentación de Pantera. Su presencia entre la audiencia, proyectada en pantalla grande, se hizo rápidamente viral en redes sociales

Jason Momoa (en la foto) vivió la celebración desde el público, destacando como uno de los fanáticos más entusiastas del histórico evento (X)

La tecnología, marcó la gran diferencia

La celebración fue concebida como un cierre definitivo para la trayectoria de Black Sabbath. Tanto Osbourne como su esposa y representante, Sharon Osbourne, convocaron a varias generaciones de músicos y fanáticos, a transmisión en vivo vía streaming, (se calcula que alrededor de 2 millones de personas, compraron el acceso vía internet) lo que permitió que la audiencia internacional acompañara el evento, mientras que los asistentes presenciales pudieron experimentar el espectáculo desde el estadio, donde la energía colectiva marcó cada presentación.

Este concierto único, cuyos beneficios se destinarán a obras benéficas, es la última actuación de Osbourne, cinco años después de que el “Príncipe de las Tinieblas”, de 76 años, revelara que padecía Parkinson.

Photo Credit: Ross Halfin Protagonistas del heavy metal rindieron homenaje a la influencia de la famosa banda en una jornada con actuaciones sorpresa y colaboraciones inéditas (Instagram/@ozzyosbourne)

La jornada, de diez horas de duración, reunió a figuras destacadas del rock y del metal para rendir homenaje a la influencia decisiva del grupo en la cultura musical contemporánea y abre las puertas de la Octava edad del rock para iniciar este Siglo XXI.

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