Hace seis meses arrancó la tregua entre el Ejército y Clan del Golfo, Segunda Marquetalia, Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC y Autodefensas de la Sierra Nevada. Un semestre en el que se redujeron los incidentes armados hasta en un 50% comparado con 2022, pero, eso sí, empañado por hostigamientos, asesinatos, extorsiones y secuestros.

Según Indepaz, el Estado Mayor Central, al mando de alias Iván Mordisco, sin duda fue el grupo armado que más incumplió el cese al fuego, pues fueron autores de la masacre de cuatro menores, lo que llevó al Gobierno a derogar el decreto.

El Ejecutivo ha señalado que habrá un rediseño del cese al fuego y que una de las condiciones es que favorezca a la población.

“Yo sí creo que hay que hacer una gran rectificación si se va a seguir con la idea de ceses bilaterales al fuego, porque otra cosa es desescalamiento de la confrontación… es un acuerdo formal de cese bilateral, siendo ese acuerdo informal, donde las partes dicen ‘vamos a rebajarle’”, indicó León Valencia, director de la Fundación Pares.

El segundo actor ilegal en incumplir el cese al fuego fue el Clan del Golfo, cuyo pico de ataques y hostilidades se presentó en marzo, asociado al paro armado del Bajo Cauca antioqueño y detonante de su rompimiento.

Las Autodefensas de la Sierra Nevada y la Segunda Marquetalia fueron los grupos criminales que más cumplieron el cese.

Expertos aseguran que ante una eventual prórroga deberá pactarse reglas y protocolos.

“Habría que tomar decisiones por organización y seguramente también regionalmente diferenciadas, pero no creo que el Gobierno vaya, con la experiencia ya acumulada, a tomar una decisión de conjunto. No debería hacerlo, me parece”, anotó Alejandro Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz.

Cauca y Antioquia fueron los departamentos donde menos se respetó el cese al fuego.

Fotografía: El Colombiano.

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