La superluna trae consigo otros eventos astronómicos notables, como la lluvia de meteoros de las Leónidas. Se recomienda buscar un lugar con cielos despejados y poca contaminación lumínica para verla.
Este mes, los amantes de la astronomía tendrán la oportunidad de presenciar un fenómeno celestial impresionante: la última superluna del año, conocida como la luna del castor. Esta luna llena, que tiene su origen en la tradición de los nativos americanos, marcará la temporada en la que los castores solían refugiarse en sus madrigueras y cuando las antiguas comunidades preparaban trampas para recolectar su pelaje.
La superluna de noviembre, además de ser un espectáculo visual, será la despedida de las superlunas del año, y se podrá observar en diversas latitudes bajo un cielo oscuro y sin contaminación lumínica.
¿Qué es una superluna y por qué es especial?
La superluna ocurre cuando la luna llena coincide con el perigeo, el punto de la órbita en el que nuestro satélite natural se encuentra más cerca de la Tierra. Esta cercanía hace que la luna se vea hasta un 7 % más grande y aproximadamente un 16 % más brillante que una luna llena promedio.
La Nasa explica que el término “superluna” fue acuñado en 1979 para describir este evento que ocurre de dos a cuatro veces al año. Durante una superluna, el satélite natural de la Tierra parece estar casi al alcance de nuestras manos, irradiando una luz intensa que ilumina la noche de manera especial.
Este 15 de noviembre es el día para ver la superluna
En esta ocasión, la superluna alcanzará su fase llena exacta el 15 de noviembre a las 10:29 a. m. hora de Colombia, aunque su esplendor podrá apreciarse mejor al anochecer, justo cuando comience a elevarse en el horizonte. Este fenómeno visual, provocado por la refracción atmosférica, hace que la luna tome un tono naranja o rojizo al estar baja en el horizonte, creando una experiencia inolvidable.
Cómo observar la superluna del castor
La superluna de noviembre será visible en cualquier parte del mundo, siempre que las condiciones meteorológicas y la ausencia de contaminación lumínica lo permitan. Aunque el momento exacto de su fase llena será durante el día en algunos lugares, la recomendación para observarla es alrededor del atardecer y en la noche, cuando se eleva desde el horizonte y su tamaño parece aumentar.
Durante este evento, los observadores podrán aprovechar la cercanía de la Luna con la constelación de Aries y el famoso cúmulo estelar de las Pléyades. Este último fenómeno, que ocurre cada año, es otra razón para salir a observar el cielo, pues permite ver de cerca uno de los grupos de estrellas más reconocibles del firmamento.