Escuchando canciones de Metallica, Pardo, desde muy pequeño, se sintió rodeado por la música. “Nothing Else Matters” es el tema de los rockeros que él recuerda porque sus hermanos mayores fueron quienes le ponían las canciones.

Pardo aprendió sus primeras notas gracias a Santiago. Un paso importante que marcó el comienzo de su canto y la interpretación de instrumentos como la guitarra.

En la juventud, Pardo estuvo sumergido en todo el tema de la computación y los videojuegos. Por eso, creó una biblioteca de música digital; él se dedicó a escuchar una gran variedad de géneros musicales.

El artista tenía su propia zona creativa, alejado de su familia y del ruido, llegaba a estar mucho tiempo solo en el silencio de su cuarto.

Por momentos, la música tambaleó en la vida de Pardo. Él imaginó dedicarse profesionalmente a la cocina, pero terminó viéndolo más como un hobby. Incluso, se proyectó diseñando videojuegos o dedicándose a la teología, siendo cura. El artista descartó los otros campos profesionales y decidió iniciar de lleno en la música.

Las primeras creaciones musicales

El primer trabajo musical fue “Power” en Spotify y por aquel entonces, se presentaba por el nombre artístico Diamond Heart. Él difundía sus canciones con los ritmos del progressive house con dubstep.

La creación de sus canciones nace del silencio.

El primer nombre artístico desapareció de la esfera musical, pero gracias a este gran paso, hoy conocemos a Pardo. El artista comenzó en el 2018 con el tema musical “Apto 23”, producido artesanalmente, en el cuarto de la casa de la mamá del artista, en Cajicá.

“La música hay que disfrutarla en serio”: Pardo

Pardo ha descubierto que “la música no hay que tomársela en serio, hay que disfrutarla en serio”. De esta forma, el proceso creativo del artista se enfoca en iniciar con la letra, la percusión o, en ocasiones, únicamente con la melodía. Pardo sigue las emociones y bajo su intuición se mantiene focalizado en lo que le genere humanidad.

Las melodías viajan por las emociones y conectan con las personas; eso es lo que Pardo quiere generar en los oyentes. Además, de alcanzar escenarios donde el público pueda disfrutar de la energía en el escenario.

Su casa es la esfera urbana.

La inspiración del artista gira entorno a lo que siente. El amor, desamor, la ira, soledad y en general, la humanidad son los aspectos que se enfocan en demostrarle los nuevos giros musicales y las únicas interpretaciones.

El viaje musical y los sueños de Pardo

Ante todo, los miedos no paran de aparecer y en el caso de Pardo, su miedo radica en atarse a un género musical. De hecho, su versatilidad musical se da a conocer cuando menciona una canción que aprecia mucho, esa es “Nuestro Juramento” de Julio Jaramillo. Adicionalmente, él escucha música clásica contemporánea, Soft Jazz, electrónica y Lounge/Chill.

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“Se vale soñar” es lo que menciona el artista al contarnos que se ve en el futuro con una colaboración con Swedish House Mafia y que le fascinaría presentarse en el Madison Square Garden.

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