El número de víctimas mortales del terremoto en Marruecos asciende a 2.497, con 2.476 heridos. Los fallecidos están en una decena de provincias, pero las más afectadas son Al Haouz, con 1.452 fallecidos, seguida de Taroudant (764) y Chichaoua (202).
Un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí explica que el terremoto, de magnitud 7, sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech a las 23.11 hora local del viernes 8 de septiembre a 8 kilómetros de profundidad.
El epicentro del terremoto se produjo en la localidad de Ighil, situada unos 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.
Los equipos marroquíes, apoyados por equipos de rescate de España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos, continúan sus esfuerzos para encontrar supervivientes y ayudar a las personas cuyas casas quedaron arrasadas por el terremoto.
España envió a Marruecos 86 socorristas acompañados por perros de rastreo. Además, un vuelo humanitario de Catar despegó el domingo de la periferia de Doha.
El ministerio marroquí dijo que “si las necesidades evolucionan”, pueden aceptar otras ofertas de ayuda.
Numerosos países, como Francia, Estados Unidos e Israel, se pusieron a disposición del reino norafricano después del terremoto. La ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, anunció una ayuda de 5 millones de euros (5,36 millones de dólares) a las oenegés que se encuentran actualmente “en el terreno” en Marruecos.
A la espera del despliegue de nuevos equipos extranjeros, las autoridades marroquíes empezaron a levantar tiendas en la zona del Alto Atlas, donde pueblos enteros quedaron arrasados por la sacudida.
