El papa Francisco expresó su temor ante la “posibilidad” de que se desate una escalada mundial del conflicto en Oriente Medio e insistió en la “solución sabia” de los dos Estados entre Israel y Palestina.
“Sería el final de muchas cosas y muchas vidas. Yo pienso que la sabiduría humana detenga estas cosas. Sí, existe la posibilidad, ¿no?, A nosotros esta guerra nos toca por lo que Israel, Palestina, Tierra Santa y Jerusalén significan, pero también Ucrania porque está muy cerca”, dijo en una entrevista a la televisión pública italiana.
En este sentido, el pontífice argentino propuso “la solución sabia” de los dos Estados “bien delimitados con Jerusalén con un estatus especial”.
“Siento que toda guerra es una derrota. No se resuelve nada con la guerra, todo se gana con la paz y el diálogo”, lamentó, para después denunciar que “no se encuentra la capacidad de reflexionar con claridad”, arremetiendo contra la industria de las armas.
Francisco recordó el estallido de la guerra en Siria al inicio de su pontificado y dijo que “no es bonito decirlo pero uno lamentablemente se acostumbra y no debemos acostumbrarnos”.
También denunció que “lamentablemente el antisemitismo sigue escondido” después del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.
El papa Francisco también recordó al “pueblo mártir” de Ucrania y las “persecuciones” que sufrió en tiempos del dictador soviético Stalin: “Ha sido un pueblo que sufre mucho y ahora cualquier cosa les hace revivir eso. Yo les comprendo”, aseguró.
Para después confesar que entiende al presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, en la defensa de la invasión rusa: “Le entiendo pero se necesita la paz, deténganse un poco, alcancen un acuerdo de paz”, instó.
También abordó el tema de la inmigración como “hijo de migrantes” italianos llegados a Argentina y dijo que la Unión Europea “tiene que ser solidaria” y no permitir que cinco países -España, Italia, Chipre, Malta y Grecia- “se hagan cargo de todos”.
“Una persona me hizo ver que necesitamos inmigrantes porque no hacemos hijos, hay pueblos pequeños con 10 o 12 ancianos y necesitan personas que vayan a trabajar ahí”, explicó, para luego pedir que se “reciba, acompaña e integre” a estas personas.
“Una política migratoria tiene que ser constructiva por el bien del país. Y también paneuropea”, sostuvo.
En otro orden de cosas, Francisco confirmó que viajará el próximo diciembre a Dubái para participar en la COP28, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, un tema que abordó en su encíclica “Laudati Si” (2015) y en su reciente segunda parte.
También abogó por seguir incluyendo a las mujeres “en el trabajo normal de la Iglesia” aunque aclarando que la cuestión de unas eventuales ordenaciones implican “un problema teológico y ministerial”.
Sobre el celibato en la Iglesia católica occidental “es una ley que se puede quitar, no hay problema, pero -puntualizó- no creo que ayude”.
Además consideró que todavía “hay cosas por hacer” en la lucha contra la pederastia en la Iglesia: “No debemos detenernos”, dijo.