Los habitantes del municipio de Jambaló, Cauca, vivieron una jornada de terror el pasado 10 de septiembre, a raíz de los hechos violentos perpetrados por grupos armados al margen de la ley.
En la madrugada, cerca de las 4:00 a. m., varios hombres armados llegaron al casco urbano del municipio. Algunos de ellos, vestidos de camuflado, recorrieron las calles en actitud amenazante.
Minutos después, se escuchó una fuerte detonación en la puerta de la sede del Banco Agrario. La explosión abrió paso a un grupo armado que se apoderó de las instalaciones, llevándose todo lo que encontraron a su paso.
Los pobladores, aterrorizados, se refugiaron en sus casas. Según el alcalde de Jambaló, James Medina, el robo del banco dejó como resultado “muchas pérdidas materiales a las viviendas aledañas a la estación de Policía”.
El presidente de Indepaz, Camilo González Posso, calificó la situación como “una agresión contra el Estado y la población civil”. “Toda una apuesta que está haciendo el Gobierno nacional alrededor de la transformación rural, de la reforma agraria y precisamente es escogido este banco como parte de objetivos militares. Esto tiene que parar”, expresó.
La estación de Policía de Jambaló también fue atacada por los grupos armados. En el ataque resultaron heridos dos uniformados. En zona rural también se registró otro hostigamiento.
El asesor de paz del Cauca, Gustavo Andrés González, aseguró que este tipo de acciones violentas “no contribuyen a la paz y generan pérdida de credibilidad por parte de la opinión pública frente a las negociaciones que se están haciendo con estos grupos”.