La retoma militar del Catatumbo, emprendida para enfrentar la crisis humanitaria más grave de la historia de la región, comienza a arrojar los primeros resultados. 112 combatientes han dejado las armas y se han entregado al Ejército, de los cuales 20 son menores de edad.
Mientras tanto, la Defensoría ha actualizado las cifras de la emergencia, que ya alcanzan los 47.084 desplazados, 41 homicidios confirmados, 12 firmantes de paz desaparecidos y 23.757 personas confinadas.
De manera paralela a los operativos militares, se han intensificado los mensajes de desmovilización y sometimiento, incluyendo la dispersión de volantes desde helicópteros que promueven el Programa de Atención al Desmovilizado.
“Esta estrategia tiene como objetivo garantizar que los individuos puedan regresar a una vida de paz y legalidad, ofreciéndoles la oportunidad de ser actores activos en la reconstrucción social y económica de sus regiones”, informaron desde la Fuerza Pública.
La Defensoría también elevó su preocupación por el número de firmantes de paz desaparecidos: 12 personas, especialmente por el precedente del perfilamiento y homicidio selectivo ocurrido la semana pasada.
Redacción: Juan Carlos Arenas