En medio de la crisis humanitaria, un equipo de psicólogos y trabajadores sociales está apoyando a las comunidades afectadas en la región del Catatumbo. Con esta estrategia se espera atender a más de 800 personas que permanecen en alojamientos temporales en Ocaña, Norte de Santander. Además, se verifica que estos lugares cuenten con condiciones dignas y servicios básicos.
Para cumplir esta tarea, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) desplegó a más de 30 profesionales que cuentan con amplia experiencia en el manejo de eventos traumáticos derivados de situaciones de orden público y desastres.
El equipo recorre los nueve alojamientos dispuestos en Ocaña, para apoyar a la población que enfrenta esta difícil situación causada por los enfrentamientos entre grupos armados ilegales en la región.
Astrid Vergara, líder del equipo de gestión psicosocial, indicó: “La labor inicial es hacer un acompañamiento para verificar cuáles son las condiciones de las personas en los diferentes alojamientos temporales. Evaluamos su estado emocional, el impacto y las consecuencias de este evento en sus vidas. Nuestro objetivo es garantizar que sean atendidas de manera digna, a pesar de su condición de desplazamiento.
Redacción: Juan Carlos Arenas