La extensión del hielo marino antártico durante este invierno austral, que finalizó el 10 de septiembre, fue de 16,96 millones de kilómetros cuadrados, la menor registrada en más de cuatro décadas, según información del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC, en inglés) de Estados Unidos.
De acuerdo con la agencia norteamericana, existe cierta preocupación de que esto pueda ser el comienzo de una tendencia a largo plazo de disminución del hielo marino antártico, “ya que los océanos se están calentando globalmente y el agua cálida mezclándose en la capa polar del océano Austral podría continuar”.
El NSIDC, que depende de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), explicó que esa extensión alcanzada el 10 de septiembre de 2023 fue 1,03 millones de kilómetros cuadrados menor que el récord anterior, establecido en el invierno de 1986.
Asimismo, los datos recogidos por satélite desde 1979 muestran que el hielo marino en el invierno de 2023 se extendió 1,75 millones de kilómetros cuadrados menos que el promedio de extensión máxima desde 1981 a 2010.
Se trata de la primera vez, desde que se lleva a cabo este registro, que la extensión estuvo por debajo de los 17 millones de kilómetros cuadrados y fue una de las más tempranas, habiendo ocurrido 13 días antes que la fecha media entre 1981 y 2010, que regularmente se hacía el 23 de septiembre.
“Este año es realmente diferente”, dijo Ted Scambos, de NSIDC. “Es un cambio muy repentino”, expresó.
El informe añadió que “la extensión de hielo marino es notablemente menor al norte de la Tierra de la Reina Maud y al oeste de la península Antártica”.
Otras áreas con menor cobertura incluyen el océano Índico y el mar de Ross, mientras que la extensión de hielo marino estuvo por encima del promedio en el mar de Amundsen.