Unos padres primerizos de Brasil vivieron angustiantes horas después de que una mujer tomara a su recién nacido de la sala de maternidad del hospital y se lo llevara escondido en una maleta. Al parecer la mujer habría secuestrado al menor para evitar que su pareja la dejara.
El 31 de octubre de 2023, Nívea Maria y Matheus Maranhão dieron la bienvenida a su hijo Ravi Cunha en la Maternidad Municipal María Amélia Buarque de Hollanda de Río de Janeiro, en Brasil.
Según información divulgada por el informativo local g1, durante la madrugada, después de alimentar al bebé, Nívea se quedó dormida al lado de su suegra en una sala donde estaban otras 4 madres con sus recién nacidos. Cerca de las 02:00 a.m. del primero de noviembre, las cámaras de seguridad captaron a Cauane Malaquias da Costa, de 19 años, deambulando por los pasillos con varios bolsos y entrando a la sala de maternidad.
Poco tiempo después, Cauane, quien dijo estar embarazada y estar acompañando a un paciente internado en la habitación 307, que estaba vacía, salió del recinto, al parecer, con el recién nacido dentro de las maletas.
Desde ese momento se desplegó un operativo que permitió que a las 8:20 a.m. se diera con el paradero del pequeño Ravi, gracias a una denuncia anónima de una vecina de Cauane, quien tenía al recién nacido en su residencia.
Al parecer, la mujer tiene un esposo y una niña de 5 años, quien nació en el mismo hospital. Al momento de su arresto, la joven de 19 años tenía el niño en su pecho y aseguraba que era suyo.
El jefe de la Policía, Mário Andrade, confirmó que este fue un crimen premeditado y que después de una visita a una colega que estaba en el hospital, vio al bebé y volvió más tarde para secuestrarlo.
“Cuando le preguntaron por qué hizo esto, se quedó en silencio. Creo que sería para criarlo como a un hijo, ya que ella tenía novio y se inventó para ese novio que estaba embarazada para él y para toda la familia”, dijo Andrade a g1.
La joven será acusada por el delito de secuestrar a una persona incapacitada con el objetivo de colocarla en un hogar sustituto, un crimen que podría darle hasta 6 años de cárcel.
El menor ahora se encuentra con su familia, quien clama por justicia para el caso.