El presidente brasileño y su par estadounidense mantuvieron una llamada de 30 minutos para relanzar la cooperación en medio de disputas arancelarias y acusaciones de persecución política contra Jair Bolsonaro.
Fuente Agencia EFE
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, este lunes mantuvo una conversación telefónica de 30 minutos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en la que le solicito revertir el aumento en los aranceles impuestos este año a productos brasileros. Según el mensaje difundido en la red social X, Lula presentó el contacto como una oportunidad para restablecer una relación directa entre ambos gobiernos y relanzar la cooperación después de meses de tensiones diplomáticas.
El mandatario brasileño resaltó que Brasil es uno de los tres países del G20 cuyas relaciones comerciales con Estados Unidos arrojan superávit para la economía estadounidense, y solicitó la eliminación de la sobretasa del 40% a productos brasileños, así como la anulación de las medidas restrictivas implementadas contra distintas autoridades del país sudamericano.
Lula recordó en el mensaje que el diálogo permitió repasar la “buena química” experimentada durante su reciente encuentro en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, y recalcó la importancia de “restaurar las relaciones amigables de 201 años entre las dos mayores democracias del Occidente”.
Durante la conversación, Trump designó al secretario de Estado, Marco Rubio, para encabezar nuevas negociaciones con el vicepresidente Geraldo Alckmin, el canciller Mauro Vieira y el ministro de Hacienda Fernando Haddad. Lula y Trump manifestaron la intención de reunirse en persona próximamente, sugiriendo la Cumbre de la ASEAN en Malasia como posible escenario, además de reiterar la invitación al líder estadounidense para participar en la COP30, que se celebrará en Belém, Brasil. Lula también subrayó su disposición a viajar a los Estados Unidos para abordar estos temas en un futuro cercano.
La comunicación directa entre ambos presidentes se produjo mientras persisten los efectos de la abrupta escalada comercial decidida por la Casa Blanca en agosto pasado. El 6 de agosto entraron en vigor los aranceles que incrementaron en cinco veces las tasas aplicadas a los bienes brasileños, alcanzando el 50% para numerosos productos de exportación clave, como el café, la carne y el azúcar. El impacto de estos gravámenes se calcula sobre alrededor del 36% del comercio brasileño con el mercado estadounidense, uno de los principales destinos de las exportaciones de Brasil. EFE