Marco Rubio, senador por Florida de origen cubano será el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump. Está casado con una colombiana y esta es la historia.
Quién iba a imaginarse hace unos años que Donald Trump elegiría a Marco Rubio como jefe de la diplomacia , pero los antiguos rivales han enterrado el hacha de guerra y ahora el senador de origen cubano será su rostro ante el mundo.
Rubio, senador por Florida de 53 años, hará historia convirtiéndose en el primer latino en el cargo, un gran éxito para el político que sueña desde hace años con la Casa Blanca.
Se llama Jeanette Dousdebes Rubio una mujer de origen colombiano, nacida en Florida, quien alcanzó notoriedad en el campo político estadounidense por ser la esposa del senador Marco Rubio. Durante su juventud, se conocieron en la escuela secundaria, pero fue después de un reencuentro cuando ella era porrista de los Miami Dolphins que comenzaron a salir.
Jeanette estudió en Miami Dade College y trabajó como cajera de banco antes de ser parte de las porristas del equipo de fútbol. Incluso participó en el primer calendario de trajes de baño de las porristas de los Miami Dolphins.
Se casó con Marco Rubio en 1998, y juntos tienen cuatro hijos. Desde su matrimonio, se ha dedicado principalmente a su familia, apoyando a su esposo en su carrera política.
“Dios y familia parece ser el lema de esta mujer de 42 años que sacrificó sus estudios para casarse con Rubio”, detallan los medios estadounidenses sobre ella.
Amanda, Daniella, Anthony, Dominic, son los cuatro hijos de la pareja.
Sobre la nominación de Rubio a secretario de Estado
Rubio encarna el sueño americano. Hijo de un camarero y una cajera subió rápidamente los peldaños de la política y a los 34 años era presidente de la Cámara de Representantes de Florida.
Es muy conocido entre los hispanos, un electorado que ha movilizado para las elecciones presidenciales de la semana pasada.
Estuvo durante meses entre los favoritos en las quinielas de posibles compañeros de fórmula de Trump a pesar de que años atrás, en 2016, fueron rivales en las primarias republicanas. Por aquel entonces la relación entre ambos era execrable y los calificativos despectivos estaban a la orden del día.
Dijo de Trump que tenía las “manos pequeñas” y le llamó “estafador”. El magnate también se burlaba de él, con el apodo de “pequeño Marco”. Pero en política la memoria es corta y han pasado de enemigos a aliados. La relación fue mejorando durante el mandato presidencial de Trump, con quien trabajó sobre temas de América Latina.
Fuente: Agencia EFE
Por Jaime Ponce